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miércoles, 22 de julio de 2009

SUEÑOS ECHOS REALIDAD

Como cada día llegue una hora antes al trabajo, solo para verle, solo para tomarme un café estando a su lado sin que él se fijara en mí como de costumbre.
Al fin y al cabo es mi jefe solo eso.
Desde hace cinco años trabajo en una oficina, siempre es la misma rutina diaria pero desde hace unos meses Fabio (mi jefe) me llama mucho la atención, cada vez que lo veo al llegar a la oficina mi pulso se acelera y ya no se de que manera puedo hacer para que se fije en mi.
Me llamo Susanne, soy una chica de 25 años, pelirroja de pelo largo, ojos azules, piernas largas y esbeltas,
No busco un amor eterno pero si quiero sentirme en los brazos de Fabio, quiero sentir su cuerpo sobre el mío, sus caricias, sus labios, quiero compartir mis gemidos y mi excitación con el cómo imagino cada noche en solitario estando en mi enorme cama.
Fabio es un hombre madurito con sus 40 años tiene un cuerpo bien formado, la verdad es que se cuida bastante, cuando sale del trabajo va al gimnasio que hay aquí al lado de la oficina, es moreno con alguna que otra canita eso le hace aun más interesante para mí.
¿Quién no quisiera tener una aventura con él? Yo desde luego que sí.
Acabo de encender mi ordenador y como cada mañana abro mi Messenger, a Fabio no le importa que hable con mi amiga estando en el trabajo, siempre que le presente los informes a tiempo y de momento aun no le falle con ninguna entrega.
Como cada día mi amiga Leire esta conectada, ella si sabe la atracción que siento por Fabio, es la típica amiga que me dice que me lance a por él, que no tenga miedo de cumplir mis sueños, total que no tengo nada que perder y que una aventurita así no me vendría nada mal para el cuerpo. Jajaja
-hola Susanne, ¿Qué tal se presenta el día de hoy observando a Fabio desde tu mesita, sin decirle como te gustaría ser tratada en la intimidad?
Leire me vio conectada y como buena amiga me saludo.
*hola Leire, ¿sabes que estás chalada? Jajaja
Como venga Fabio y vea esta conversación va a saber cómo me gustaría sentirle entre mis sabanas, rozando mi dulce y delicada piel.
Asique será mejor que cambies de tema de conversación aun no quiero que el sepa que lo deseo y que mis sueños con el son bastantes calientes.
¿Qué diría mi jefe sin se enterara de que jugueteo con mi cuerpo pensando en él? Jajaja
-yo que tu le diría que te mueres de excitación cada vez que entra por la puerta de tu oficina y que tus impulsos de mujer se enloquecen al pensar que el te acaricia cada noche.
*jajá, si y le digo también que el substituto de su miembro viril es un consolador vibratorio que me compre para calmar las noches locas que tengo de desenfreno cuando pienso en él y me encuentro sola en la cama deseando que aparezca por la puerta de mi habitación y me diga Susanne me vuelves loquito vamos a follar. Jajaja
-ves tú sí que estás loca, Fabio es un hombre sin complejos, un hombre libre sin ninguna relación.
¿Por qué crees que no sería capaz de tener una aventura contigo sin ningún compromiso?
*Leire ¿porque es mi jefe?, ¿Qué jefe se acostaría con una empleada mucho menor que él? Y ya para ser más clara contigo ¿qué hombre se iría con una mujer sabiendo que solo se desea de él una noche loca de placer?
Dame un segundo Leire viene Fabio seguro que quiere saber algo de algún informe.
-está bien Susanne cuando puedas hablar sin que este el avísame y seguimos con esta conversación.
*de acuerdo Leire pero como sigamos con esta conversación el ambiente se calentara y me tendré que ir al baño a calmar mi excitación yo solita. Jajaja
Minimice la conversación que tenia con Leire, no me gustaría que Fabio viera que hablo de él y mucho menos no quiero que se entere de que me muero de placer por ser poseída sintiéndolo dentro de mí.
#Susanne, ¿Dónde está el informe que te pedí el otro día?
*Fabio, te lo entregue ayer y lo guardaste en el almacén con los demás informes.
#joder Susanne, que aria yo sin ti valla cabeza tengo, será ya la edad, aja.
¿Te importaría bajar al almacén y traérmelo? Es que tengo que revisar el presupuesto.
*no, no para nada me importa, enseguida voy a por él.
#gracias susanne.
En el momento que baje al almacén me acorde de que se me olvido cerrar la conversación que había tenido con Leire y eso me hizo pensar en que Fabio podría verla y leerla.
Si fuera así se enteraría de todo lo que deseo vivir con él.
Cogí el informe como me había mandado Fabio, y fui a su despacho para entregárselo, pero al entrar por su puerta algo me resulto extraño en el.
Sus ojos me devoraban, su respiración estaba muy acelerada, podía observar como su cuerpo sudaba de excitación, por lo que pude ver, intuí que Fabio tenía su mano derecha entre su entrepierna y se acariciaba sin importarle que yo estuviera allí.
*Fabio aquí tienes el informe que me has pedido.
#ok Susanne, muchas gracias por traérmelo, pero siéntate me gustaría preguntarte algo.
Dios, Fabio me estaba dando muchísimo morbo, podía sentir como mi sexo se humedecía al ver tan maravilloso espectáculo, Fabio no dejaba de menearse el miembro y que yo mirara le daba aun más excitación al asunto.
#dime susanne, ¿te gusta lo que ves?
*Fabio, he de irme a mi mesa tengo mucho trabajo que hacer.
#susanne, se lo que sientes hacia a mí, y la verdad es que desde hace tiempo me siento aquí en mi silla y me masturbo mientras te veo a traves de mi ventana.
Susanne, me excitas demasiado niña, me encantaría cogerte y apartar todo lo que hay en mi escritorio, tumbarte y follarte como nunca te han follado.
Dime, ¿te gustaría que yo te follara?
*Fabio, valla proposición me haces, jajá eres un hombre muy atractivo, y seguro que muchas mujeres te desean y tienen fantasías contigo en ello me incluyo yo también.
Pero…
#mira Susanne, somos mayorcitos creo yo, y sé que tu deseas que yo te posea y que te haga vibrar de placer solo has de decirme un sí y lo demás viene solito.
Joder, mi jefe va al grano y yo cada vez estoy más húmeda como me gustaría que se dejara de tanta charla y me tumbara en su escritorio como él a dicho y me follara locamente.
Su miembro está demasiado erecto, y Fabio lo ha dejado salir de su pantalón y de su short, como siga así me volveré loca y en un arranque de desenfreno me lanzare sobre el pidiéndole que quiero guerra, que quiero sentirle dentro de mí.
Fabio hizo un amago de levantarse y acercarse a mí pero en ese momento sonó el teléfono, asique yo Salí de su despacho y me dirigí a mi mesita.
No podía creer lo que estaba sucediendo, Fabio ¿mi jefe quiere sexo conmigo? No se me iba de la cabeza la imagen de estar viendo como Fabio se masturbaba delante de mí, cosa que hizo que yo me calentara muchísimo mi sexo estaba demasiado húmedo y necesitaba relajarme y controlar toda esa excitación que mi cuerpo sentía.
Pero como buena trabajadora que soy me senté en mi silla y continúe con mi trabajo como si no hubiera pasado nada.
Al cabo de un rato Fabio me volvió a llamar y me dirigí a su despacho,
Abrí la puerta, Fabio la cerró y me sentó en un pequeño sofá que tiene en el despacho.
#susanne, aun no termine, y como ves aquí abajo algo está muy erecto esperando una respuesta.
Me quede callada no podía creerme nada de todo lo que estaba pasando este día, solo deseaba despertar de este sueño creado por mi mente.
Pero no, no era un sueño era la vida misma, toda mi realidad, todo lo que yo deseaba estaba a punto de ocurrir y yo no sabía cómo reaccionar.
Fabio al ver que yo no me decidía se arrodillo frente a mí, abrió mis largas y dulces piernas mientras acariciaba mis muslos.
Me miraba a los ojos y podía ver lo excitaba que me estaba poniendo al tenerle entre mis piernas.
Subió mi falda hasta mi cintura dejando mi tanga de color rojo al descubierto, sus dedos rozaban mi sexo pudiendo sentir como estaba de excitada.
Mis gemidos no paraban de sonar al ritmo que mis manos agarraban con fuerza la tela del sofá.
Sus dedos se introdujeron dentro de mi pequeño tanga sintiendo el contacto de mi sexo, se humedecieron con todo mi flujo eso hizo que Fabio masturbara su erecto y excitado miembro viril al compas que sus dedos jugueteaban dentro de mí.
No dejaban de salir y entrar era un vaivén que empezó con movimientos suaves y ahora Fabio los iba alternado a movimientos algo bruscos que hacían que mi sexo se humedeciera mas y mas.
Cogió mis caderas y las levanto al ritmo que su boca mordía mi tanga y lo arrancaba.
Mi sexo quedo al aire en medio de aquel pequeño despacho pudiendo Fabio observar con su mirada lo mojado que estaba.
#estas muy excitada Susanne, ¿dejas que mi lengua juguetee con tu sexo un poquito? Eso te gustara.
*si Fabio, si lo deseo, ahhhh
Quiero que lo lamas, quiero que lo disfrutes tanto como yo.
Fabio abrió mas mis piernas subiendo una de ellas por encima de aquel sofá, introdujo su lengua subiendo y bajando por mi sexo y haciendo movimientos circulares por mi clítoris, su mano derecha subió a mis pechos masajeándolos con brusquedad como si se le fueran a escapar.
Yo no podía dejar de gemir y en pequeños suspiros de placer le pedía que no parara.
Todo aquello hacia que me estremeciera, mi cuerpo comenzó a dar contracciones por todo el morbo y la excitación que se respiraba en el despacho de Fabio.
Fabio siguió y siguió y sus movimientos de lengua aceleraban como lo hacia la mano que agarraba su erecto miembro.
Hizo que me corriera dos veces jugueteando con mi sexo, pero no iban a ser los últimos de este maravilloso día.
Exhausta y algo cansada por el placer de todo aquel momento le pedí a Fabio que se levantara, pudiendo tener su miembro delante de mí mientras yo seguía sentada en el sofá reponiendo fuerzas.
Agarre su miembro con mis manos para comenzar a masturbarle, sus ojos me miraban dejando al descubierto todo el deseo callado durante tantos meses.
Lo mire, me miro y pose mi deliciosa lengua por su erecto miembro al compas que mis manos masajeaban sus blandos y grandes testículos.
Mi lengua lo recorría de arriba abajo mientras Fabio no podía controlar sus altos y dulces gemidos eso hacía que yo me excitara aun más de lo que ya estaba invitándome a no parar, comenzando a dar pequeños mordisquitos en su sonrosado capullo y haciendo que Fabio me pidiera que siguiera, que no parara.
El teléfono comenzó a sonar, pero estábamos demasiados ocupados para atender llamadas, hicimos oídos sordos no podíamos controlar toda esa pasión y lujuria.
Fabio me tumbo en el sofá abriendo mis delicadas piernas e introduciéndose el dentro de ellas.
Me penetro con suavidad pude sentir como su pene erecto entraba y salía de mi al ritmo que lo restregaba por mi clítoris haciéndome enloquecer de placer por aquellos movimientos.
Nuestras bocas se buscaba, nuestras caricias se hacían realidad, ya no era un sueño esta vez era todo real.
El hombre que tanto deseaba me estaba follando en su pequeño despacho en horas de trabajo, nuestra pasiones se unieron haciéndose una misma, nuestros cuerpos temblaban al sentirse juntos el uno del otro.
Estando tumbada Fabio consiguió una vez más que enloqueciera de placer,
Me puse de rodillas encima del sofá con la cara mirando a las oscuras paredes del despacho mientras él me penetraba sin parar, mis pechos se agitaban al compas que Fabio entraba y salía de mí.
Una vez tumbada y agotada de cansancio Fabio masajeo mis pechos mientras mis manos lo masturbaban consiguiendo que se corriera encima de mis pechos.
Ahora yo y mi jefe estamos más unidos y los días que deseamos soñar el uno con el otro nos llamamos por teléfono y quedamos para hacerlos realidad.
Al fin y al cabo no estuvo mal que mi jefe se enterara de todo lo que yo sentía hacia él.

jueves, 9 de julio de 2009

¿profesion? PUTA




Sí, soy puta, ¿Qué porque lo soy?
Toda puta tiene su historia, y a todas nos marca la vida.
Hoy os contare mi historia y porque empecé en este mundo.
Me llamo cristin soy medio portuguesa ya que mi madre es española y mi padre portugués, se conocieron un verano y de ese amor nací yo.
Tengo el cabello castaño, los ojos verde olivo, mi piel es morena, pechos voluminosos y atraigo a los hombres fácilmente, decía mi abuela que eso lo herede de ella.
Me vine de Portugal cuando tenía 18 años, quería conocer España ya que mi madre hablaba genial de su tierra, pero también me vine a buscar un buen trabajo.
De niña siempre había soñado con poder ser una buena actriz, o una famosa y conseguir un rico marido con una mansión donde poder vivir.
Una mañana cogí mi equipaje y me embarque en el primer tren que llego a la estación rumbo a Madrid.
Después de un largo y cansado viaje llegue a atocha me gusto muchísimo ya que era lo primero que veía de Madrid y la estación era genial con sus plantitas y sus tortugas me emociono todo aquello.
Pare a tomar algo en un bar de allí, me acuerdo que ese día llevaba una pequeña camiseta de color blanca dejando a la imaginación mi sujetador negro, minifalda roja demasiado corta diría mi madre para su gusto, y un tanga color marfil.
Estando sentada en una de las mesas del bar se acerco a mí un hombre algo mayor que yo, parecía adinerado por su aspecto, vestía muy trajeado, llevaba un maletín en su mano derecha.
Me dijo que era muy guapa, que era un importante empresario artístico y que había venido a Madrid a descubrir nuevos talentos para trabajar en sus discotecas.
-me llamo Patrick, si te interesa la oferta del trabajo aquí te dejo mi tarjeta, piénsatelo y ya me llamaras.
Patrick se marcho y yo me dirigí a hospedarme en un hotel.
Después de dos semanas estando en Madrid y no encontrar nada de trabajo llame a Patrick para aceptar su trabajo las cosas no me iban muy bien estando allí sola y me estaba quedando sin dinero.
Patrick me cogió la llamada y me dijo que quedaríamos en un buen restaurante para hablar del contrato, eso significaba poder contarles a mis padres que había estado en un magnifico restaurante firmando mi contrato para ser una famosa bailarina de discoteca.
Llegue al hotel donde se hospedaba Patrick, allí estaba él en la puerta esperándome, me abrió la puerta de su coche y nos dirigimos al restaurante.
-mira cristin, soy viudo, sin hijos, dueño de una discoteca y estoy buscando a jovencitas que quieran trabajar para mí, no quiero una simple aventura contigo, pero creo que tienes talento suficiente como para convertirte en la primera atracción de mi discoteca.
Eso fue todo lo que me dijo durante la cena, lo demás solo fueron sonrisas y miradas.
Al terminar la velada nos dirigimos al hotel donde se hospedaba Patrick, me dijo que subiera que tomaríamos una copa.
Entrando por la puerta de la habitación Patrick me beso, eso hizo que mi cuerpo se estremeciera, sus manos eran calidad, sus besos apasionados, sus caricias rozaban mi dulce piel como si me fuera a romper.
Me estaba excitando, mi sexo se humedecía y en medio de tantas caricias y de tantos besos llamaron a la puerta.
Patrick abrió mientras yo estaba sentada en el borde de la cama, de pronto sonó un fuerte portazo y la puerta se cerró.
Pero Patrick no entro solo en la habitación, pensé que esa noche tendríamos algo de sexo entre los dos pero me equivoque.
Patrick había organizado esa noche para probar mi resistencia en mi futuro trabajo.
El hombre que acompañaba a Patrick debía de tener unos 35 años, moreno con el pelo algo largo, ojos azules, cuerpo corpulento, con buen gusto a la hora de vestir y de usar un carísimo perfume.
-cristin, te presento a nacho él será tu primer cliente, trátalo bien a pagado mucho dinero por ti.
# ¿Mi primer cliente? ¿No se supone que mi trabajo seria como bailarina en una discoteca?
Eso es lo que yo pensaba, pero no me negué a nada ya que Patrick me había excitado al entrar en la habitación, ahora no quería irme sin saber lo que me esperaba aquella noche.
Patrick se sentó en un pequeño sofá que había en la habitación mientras nacho me tumbaba en la cama y me desnudaba con brusquedad, me sentía avergonzada estando desnuda delante de aquellos dos hombres, pero necesitaba el dinero no podía volver a Portugal y el poco dinero que tenía ya no me alcanzaba para seguir pagando el hotel.
Nacho abrió mis dulces piernas dejando mi sexo al descubierto, mientras sus enormes ojos de color azul observaba mi dulce cara de niña pude sentir como sus dedos acariciaban mi sexo, mis dientes mordían mis labios, mis manos agarraban con fuerza las sabanas, mi cuerpo experimentaba sensaciones nuevas y era difícil de controlar los impulsos que nacho me provocaba.
Sus dedos no paraban de entrar y salir de mí, mis gemidos fueron subiendo de tono, como el miembro de nacho empezó a ponerse erecto.
Nacho paro, se sentó en el borde de la cama y me dijo que me pusiera de rodillas en el suelo justo entre sus piernas, agarro mis cabeza con las dos manos obligándome a introducir su duro y grueso miembro en mi boca.
El me guiaba y eso le gustaba, yo tan solo era la aprendiz a puta y eso le excitaba,
Patrick no dejaba de mirar y eso hizo que su miembro se pusiera durísimo, asique se apunto a la escenita que había montada.
Mientras mi boca se mantenía ocupada con el miembro de nacho, Patrick me penetraba, mi sexo se humedecía mas todo aquello era nuevo para mí pero me excitaba demasiado.
Mi cuerpo era un vaivén de movimientos creados por los agitados envestimientos que estaba recibiendo.
¿Tal vez ese era mi destino?
Aquella noche estaba dejando de ser niña para convertirme en una puta,
Esos dos hombres hicieron que mi cuerpo estremeciera de placer, fueron los tres mejores orgasmos que jamás había tenido y sentir como su dulce y caliente leche se derramaba por mis pechos hizo que mi cuerpo tuviera contracciones dejando a mis gemidos salir sin poder ocultar todo lo que me estaba gustando.
Al terminar la noche, firme mi contrato no como bailarina pero si como puta de lujo, y antes de salir de aquella habitación, Patrick me felicito por mi buen trabajo y me entrego una gran cantidad de dinero.
-cristin, llegaras muy lejos, triunfaras como ninguna, eres muy excitante y caliente en la cama, eso hará que tus clientes repitan contigo y se dejen muchísimo dinero en el negocio.
Caminando al hotel donde me hospedaba no dejaba de dar vueltas a todo lo que había ocurrido, pero si pensaba que por unos pocos minutos de placer me pagaban, era dinero fácil y necesitaba pagar mi estancia allí en Madrid.
El día a día se fue haciendo más ameno, y mis clientes le daban a Patrick la enhorabuena por mí, decían que era buena en muchos aspectos, sobre todo en los de la cama.
Algunos de mis clientes repetían dos veces por semana eso hacía que el negocio fuera genial.
Al día de hoy llevo en este mundo de la prostitución 6 años, tengo mis clientes semanales y recibo muchísimos regalos de ellos, no me falta de nada y todo lo gano gracias al sexo.
Ser puta no es nada fácil esa es la verdad, pero si disfrutas con el sexo, tu clientela te trata bien, y ganas muchísimo dinero por dar placer.
¿Por qué no tener una profesión como puta?
Patrick y nacho aquella noche me enseñaron todo lo que debía aprender para llegar a ser la mejor prostituta del local.
Con el tiempo llegare a ser famosa no como actriz, ni bailarina de discoteca, pero si como una cara y buena puta.

viernes, 3 de julio de 2009

conociendo a hector



Son las 11 de la noche, voy a darme una ducha, en estas noches de junio el ambiente es muy caluroso y mi cuerpo está demasiado caliente, el agua tibia me calmara un poco.
Entro en el baño y empiezo a quitarme la ropa, en el espejo de la mampara puedo observar que mis pechos han crecido últimamente, el tanga negro que llevo apenas me tapa, lo compre en las rebajas pero me queda genial. Al quitarlo noto que mi sexo esta algo húmedo y mis pezones se endurecen al tiempo que siento una necesidad loca de tocarme.
Me introduzco en el plato de ducha y conecto el masajeador, echo mano de un pequeño cajón donde tengo mis innumerables juguetitos sexuales, cojo ese que tengo de color morado el que va con pilas.
Me acomodo en el asiento del plato de ducha con el masajeador dándome en la espalda mientras abro mis piernas y voy pasando el consolador por mis muslos, la excitación va en aumento y mi sexo se humedece más y más,
El chorro de agua va cayendo por mi cara y recorre mis voluminosos pechos, siento que estoy apunto que voy a explotar un ataque de lujuria me obliga a acelerar los movimientos de mi juguetito, lo paso por mi sexo y lo introduzco, el mete y saca cada vez es más rápido mis gemidos son casi incontrolables siento entre mis piernas un calor irrefrenable.
Creo que me viene, siento que termino
Ahhhh ahhhhh ahhhh siiiiii AHHHHHHHHHHHHHHH.
El numerito de la ducha me ha sentado estupendo pero he de arreglarme, necesito salir a tomar algo, hoy en la televisión no echan nada interesante y mi cuerpo aun sigue excitado.
Al lado de casa hay un bar de ambiente me han dicho que esta genial para ligar estoy pensando entrar y tomarme un blody mary, en la puerta del local hay un portero cachas que no para de mirarme el escote mientras estoy esperando en la fila, mis dedos juguetean en mi boca y eso hace que el portero me invite a entrar.
El local está abarrotado de gente, la mayoría son hombres mayores que yo pero eso no me impide adentrarme al fondo y sentarme en la barra del final.
El camarero es un chico delgado, moreno y algo simpático supongo que ha de ser así para ganarse a la clientela.
-hola me llamo esteban y esta noche seré tu camarero.
-hola soy Leire.
-que te pongo preciosa.
-¿jajá estas intentando ligar conmigo?
-mmmmm si me dejas lo intento.
-no estaría mal, pero me van los tíos mayores que yo.
-¿ah sí? Pues el caballero que hay al fondo de la barra no te ha quitado ojo desde que entraste al bar.
-¿ah sí? Me puedes poner un blody mary por favor.
-y sin por favor también te lo pongo preciosa.
-gracias.
Mientras bebo de mi copa observo al caballero que me dijo esteban para ver si es verdad que me miraba y así era no retiraba su mirada de mi.
Eso me estaba dando muchísimo morbo, jugueteo con mi copa, mientras paso un dedo por mis labios eso hace que el caballero de la barra se muerda el labio.
Esteban volvió acercase a mí, en su cara se dibujaba una sonrisa algo picara y me dijo.
-Leire, yo tenía razón, aunque se me olvido decirte antes un pequeño detalle, el caballero del fondo de la barra me dijo que todo lo que tomaras corría a su cuenta.
-¡joder, copas gratis para mí! Jajaja
-así es, parece que esta es tu noche Leire.
Hice un gesto con la cabeza para agradecérselo al caballero de la barra y él me sonrió.
Era mayor que yo pero tenía un atractivo que me llama la atención, mientras lo miraba mi cabeza no dejaba de dar vueltas y empecé a imaginar cómo sería montárselo con él.
Podía sentir como mi cuerpo se calentaba y mi sexo se humedecía.
El caballero de la barra cogió su copa y se acerco a mí.
-hola, soy Héctor,
-hola me llamo Leire, encantada.
Nos dimos dos besos, mientras yo podía observar que la mirada de Héctor me desnudaba por completo.
-¿que hace un bombón como tú por aquí sin pastelero que la acompañe?
-jajá, tanto como bombón no soy.
-¿ah no? Pues a mí me has encantado desde que entraste.
Joder, este tío me estaba poniendo a mil, intentaba ligar conmigo y la verdad lo estaba consiguiendo.
Después de charlar un rato, pudimos sentir que nuestros cuerpos se excitaban, Héctor me propuso algo a lo que yo accedí.
-¿quieres jugar Leire?
-¿jugar?
-si, te espero en el baño de caballeros.
Después de unos minutos bebí lo que quedaba de mi copa, y fui a donde el me dijo, al entrar me di cuenta que no había nadie solo estaba Héctor esperándome.
Al entrar Héctor me apoyo contra la pared del baño, nuestros labios se unieron en un ataque de desenfreno, y el comenzó a subir mi vestido dejando mi ropa interior al descubierto.
Sus manos masajeaban mis pechos mientras yo desabrochaba su camisa de color azul dejando todo su torso a la vista, poseída por la pasión y la lujuria mi cuerpo se excitaba cada vez más, necesitaba sentirlo dentro de mí.
Poco a poco recorría cada centímetro de mí y fue bajando hasta mi tanga de color rojo arrancándolo con su boca para continuar lamiendo mi sexo.
Abrió mis piernas y se introdujo, su lengua no paraba de moverse era un vaivén sin cesar, mis gemidos era incontrolables, estaba tan excitada que no sabía qué hacer con mis manos.
Héctor se incorporo para besarme y yo aproveche para arrancarle el cinturón y bajarle el pantalón pudiendo ver lo erecto que estaba.
Me puse de rodillas para comenzarle una felación, le baje el short, me quede asombrada por un instante al ver su enorme y erecto miembro viril.
Mis lametones se hacían grandes en sus testículos mientras mi lengua recorría todo su miembro notando como su cuerpo comenzaba a dar fuertes contracciones.
Pose mis labios sobre su capullo sonrosado y introduje todo su miembro en mi boca, sus manos agarraban mi cabeza haciendo movimientos para dejar entrar y salir todo su pene.
Sus dedos se introdujeron dentro de mi sexo pudiendo notar lo húmeda que estaba, no pude dejar de gemir estaba demasiado excitada necesitaba que me penetrara, necesitaba sentir su miembro dentro de mí.
Me volteo y me puso de cara a la pared, abrió mis largas y dulces piernas, y introdujo su enorme y erecto miembro en mi sexo, eso hizo que de mi saliera un gemido descomunal.
Ahhhhhhhhhhhh,
Sus movimientos fueron acelerando al compas que mis pechos no dejaban de agitarse, mientras me penetraba su mano derecha jugaba con mi clítoris haciendo que mi cuerpo temblara de placer.
Los dos estábamos al límite, nuestros cuerpos se aceleraban y el ritmo era incontrolable, sus metidas y sacadas iban a hacer que yo estallara de placer.
Hizo que me corriera como nadie jamás lo ha hecho y el término de correrse en mi dulce boca, cosa que me gusto tragar.
Termine lamiéndole su miembro y agradeciéndole por la experiencia vivida mientras los dos nos vestíamos para volver a la barra del bar.
Pidió dos copas y nos echamos a reír después de todo.

Miramos el reloj, eran las 4 de la mañana, la noche se nos paso sin darnos cuenta, nos despedimos con un profundo beso y en una nota me dejo su número de teléfono.
-tal vez te llame algún día para que calmes mi excitación como hoy… le dije.
-cuando quieras, ya sabes, me ha encantado, eres una mujer muy atractiva y caliente.
Y con una sonrisa de complicidad los dos partimos cada uno por su lado,
Al llegar a casa mi ducha y mis juguetitos me esperaban,
Pero eso ya es otra historia que algún día os contare.